Monday, November 2, 2015

Viajes a Luang Prabang y el norte de Vietnam


Carretera en Luang Prabang
Carretera en Luang Prabang

Disfrutando de la vida relajada en Luang Prabang

Una vez finalizadas las dos semanas de voluntariado continúo mi viaje hacia el norte de Laos. Me dirijo a la ciudad legendaria de Luang Prabang, a unas 5 horas de viaje dirección norte, que discurren por grandes montañas cubiertas de vegetación y subidas y bajadas que hacen que la vieja furgoneta se resienta.

Una vez en la estación de autobuses comparto un tuk tuk para ir hacia el centro de la ciudad a buscar mi alojamiento. Desde el principio se aprecia una ciudad tranquila y muy diferente a otras grandes urbes asiáticas. La vida monástica, perceptible en la cantidad de monjes y templos distribuidos a lo largo y ancho de la ciudad, la influencia francesa y el río Mekong son los principales atractivos de la ciudad.

La calle principal recorre la mayoría de los templos, el Museo de la Ciudad y la entrada a las escaleras del Monte sagrado Phousi. El primer día lo disfruto paseando tranquilamente por la ciudad, entrando en la mayoría de templos y descubriendo un poco más la vida monástica, sus rituales, sus residencias y costumbres. Para comer existen diversos restaurantes de noodles (recomendable el que se encuentra en la calle principal antes de llegar al río), la zona del mercado, con sandwiches y fruitshakes y muchos restaurantes con comida laosiana y francesa.

Puesto de comida en Luang Prabang
Puesto de comida en Luang Prabang
Luang Prabang
Luang Prabang
El día siguiente me decido a alquilar una moto de 50cc semiautomática con un viajero eslovaco que conocí en el mercado. Tras firmar el contrato y asergurarle que he conducido antes una moto me dispongo a utilizarla por primera vez para ir a las catarátas KaungSi, a 35 kilómetros de Luang Prabang. La carretera es mejor de lo que podía esperar, con tráfico constante de tuktuks y motos y atravesando pequeñas aldeas. La libertad de la moto es incomparable. El poder parar a visitar pequeños pueblos, comprar fruta o productos locales e ir disfrutando del paisaje hacen el trayecto tan interesante como el propio destino. Al llegar a las catarátas sobre las 5 de la tarde, las descubro casi vacías lo que crea una atmósfera de tranquilidad en la naturaleza muy agradable.

El último día en Luang Prabang lo dedico a descansar paseando por sus calles, disfrutando de sus placeres gastronómicos y organizando mi viaje a Hanoi.

Trafico de motos en Hanoi
Tráfico de motos en Hanoi

Camino a Hanoi

A las 18 cojo un autobús que durará, teóricamente, 24 horas. La otra manera de llegar a Hanoi es comprando un billete de avión, que con antelación puede llegar hasta unos 60€. Sim embargo, al no tener interés en tener que llegar a una cierta fecha a Hanoi decidí, em su día, no reservarlo. El bus es sin lugar a dudas el peor trayecto que he realizado en mi viaje. Entre el calor durante el día, el frío debido al aire acondicionado por la noche, las paradas sin ningún orden ni duración determinada, el poco espacio para dormir y la cantidad de gente hacen que sea imposible no estar constantemente mirando el reloj contando las horas que quedan hasta Hanoi. Finalmente tarda “sólo” 30 horas y llego a Hanoi con dolor en toda la espalada y con ganas de comer algo y estirar las piernas.

Hanoi
Hanoi

El siguiente dia lo dedico a visitar la bulliciosa Hanoi. Es apreciable el contraste entre la calma, tranquilidad y naturaleza de Laos y el sonido de los claxon, motos y gente en Hanoi. Dedico parte del día a negociar los billetes para ir a Sapa.

Hanoi es una ciudad grande del sudeste asiático en la que confluyen barrios tradicionalea y poco visitados con grandes calle turísticas llenar de mercados y guesthouses. La zona de la Ciudadela, la Plaza de Lenin y el Templo de la Literatura bien merecen una visita. Al igual que un paseo por el museo de Ho Chi Min y la gran plaza y la Pagoda de un solo pilar.

Tapiz verde sobre Sapa
Tapiz verde sobre Sapa
Chavales en Sapa
Chavales en Sapa

Visita a Sapa

El próximo día a las 21 me montó en el Sleeping Bus hacia Sapa. Éste es mucho mejor que el que me trajo hasta Hanoi pues los sitios son individuales y el trayecto mucho más corto. En Sapa, nada más bajar, se aprecia una temperatura mucho más fría (y agradable) que me hace utilizar la sudadera por primera vez en mi viaje. La ciudad está rodeada por montañas y en sus calles de mezclan turistas, población de la ciudad y de los pueblos del valle, diferenciables claramente por sus vestimentas tradicionales.

Campos de arroz en Sapa
Campos de arroz en Sapa
Decidí hacer el trekking por mi cuenta, siguiendo los caminos e indicaciones que existen y creo que fue un gran acierto. Además de ahorrar el dinero guía, tuve tiempo para hacer fotos, parar a diafrutar del paisaje e ir a mi propio ritmo. La senda hacia el pueblo de Lao Chai es impresionante. Los tonos de verde se mezclan en las empinadas laderas de las montañas por las que corren riachuelos y corretean niños descalzos y niñas vendiendo pulseras o bolsos a los viajeros.

Panorámica a Halong Bay
Panorámica a Halong Bay

Descubriendo Halong Bay

Mi próximo destino será la isla de Cat Ba, en la Bahía de Halong. En Hanoi existen numerosas agencias con tours para dormir y ver el amanecer en el barco, pasar la noche en bungalows a pie de playa y muchas más opciones. Decidí comprar el paseo turístico solo a la ida, para tener una imagen de la bahía completa.
La primera impresión no pudo ser peor, barcos repletos de turistas, retraso y mala organización y agua sucia. La visita organizada a las cuevas auguraba un desastre seguro, iluminación de colores, escaleras talladas en la piedra y papeleras con forma de pingüino que hacen del lugar un horror y eliminan todo el encanto natural.

Playa en una de las islas de Halong Bay
Playa en una de las islas de Halong Bay
Los dos días que permanecí en Cat Ba los dediqué en recorrer la isla en moto el primero y hacer kayak por la Bahía de Lan Ha el segundo. El kayak fue posiblemente una de las mejores experiencias del viaje. Poder recorrer las playas diminutas y desiertas de isla en isla, disfrutar del encanto de las vegetación, el silencio y la tranquilidad es una experiencia única e imposible de explicar. Recomiendo a cualquier persona que viaje por Vietnam o el sudeste asiático que visite esta maravilla de la naturaleza.

La calma sobre las aguas alrededor de Halong Bay
La calma sobre las aguas alrededor de Halong Bay
Para volver a Hanoi la mejor opción es por Haiphong, más económico y rápido.
Tras volver a Hanoi proseguiré mi viaje hacia el sur de Vietnam.

Fuente: viajablog.com
Soporte: viajeindochina.com


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